mis manos recorrieron tu cuerpo
bajando por tu cuello hasta ese punto
en donde no puedes resistir más mi contacto
y entonces tu piel roza la mía
incitando mis deseos.
Tu piel tibia y tersa, con aroma a vainilla
que inunda mis sentidos, me desborda ante ti
quiero fundirme contigo, atravesar tu piel hasta llegar a tu alma
y quedarme ahi, respirandote, sintiendote, amandote.
Esta mañana, mis manos recorrieron tu cuerpo
y solo me engañaron.