miércoles, 7 de septiembre de 2011

Cortando el hilo

Esta noche es triste, he vuelto a sentir frio, traigo una sudadera y botas, aún así, el frio traspasa y llega a mis huesos.  Quisiera solo acostarme, cobijarme, dormir y despertar a un nuevo día.
La noticia de hoy ya la esperaba, pensé que ya nada que viniera de tí podría moverme, pensé que nada podría afectarme, aunque en el fondo, tal vez, era la noticia que más temía, porque sería el final.

Fui al fondo de mi corazón y ahí encontré el porqué me siento hoy así. Encontré mi sentimiento de pérdida. También me topé con el sentimiento de frustración y ahí al ladito estaba el enojo. El sentimiento de pérdida contó entonces que la esperanza había sostenido todo este tiempo un delgado hilo entre sus dedos, que se engañaba pensando que siendo tan delgado a nadie le hacía daño si lo mantenía vivo. La esperanza, siendo tan optimista, a veces lograba engañar a la razón, haciéndole creer que todo estaba bien y cuándo no lo lograba, coqueteaba con ella hasta hacerla olvidar que todavía tenía ese hilo. Hasta que un día, después de algún tiempo, apareció la cobardía y sin darse cuenta de lo que provocaría, jaló del hilo fuertemente que se rompió. La cobardía huyo con el resto de ese hilo a arropar a alguien más, mientras la esperanza se quedaba ahí paralizada, agonizante… la muy atrevida se había amarrado el hilo al corazón!

1 comentario:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar